Titulo Original: A
Christmas Story
Año: 1983
Duración: 94
minutos
País: Estados
Unidos
Director: Bob
Clark
Guión: Jean
Sheperd, Leigh Brown, Bob Clark
Música: Carl
Zittrer, Paul Zaza
Reparto: Melinda
Dillon, Darren McGavin, Peter Billingsley, Ian Petrella, Scott
Schwartz, R.D. Robb, Tedde Moore, Yano Anaya, Zack Ward, Jeff Gillen
En los años cuarenta, un niño quiere como regalo de navidad un rifle de aire comprimido. Claro está, los padres piensan que no es una buena idea. Comedia familiar extraordinariamente popular en Estados Unidos que se basa en las historias del humorista Jean Shepherd. Calificada como divertida y conmovedora a partes iguales, una tierna historia con mensaje que encandila tanto a los adultos como a los más jóvenes.
No puedo remediarlo: me encanta la
Navidad. Es una época del año que disfruto mucho: las luces, los
arboles de navidad, el espíritu que se respira, la felicidad (aun en
tiempos difíciles somos capaces de sacar una sonrisa, aunque sea
pequeña, y acompañar estos días). Lo único que no aguanto
demasiado de esta época son los villancicos, es algo que me supera,
y en casa son mucho de ponerlos, encima en plan flamenco, que no se
yo que es peor. El caso es que, al llegar estas épocas navideñas,
siempre te vienen a la mente ciertas películas que han supuesto un
punto y a parte en lo que a la Navidad se refiere. Se que para
muchos, las cintas que tienen que ver con 'Cuento de Navidad', de
Dickens, puede suponer de sus favoritas, en cualquiera de sus
versiones (Vero habla de una de ellas), pero para mi, y sin
desmerecer para nada las anteriores, hay una, bueno, dos en realidad,
que me encantan: 'Solo en casa' y 'Solo en casa 2: perdido en Nueva
York'. Son muy típicas para mi en estas fechas, y me las pongo una y
otra vez sin cansarme nunca de ellas; que le vamos a hacer, he
crecido con ellas. Pero esta año había que cambiar, ver alguna
otra, y así poder reseñarla. ¿Mi elección? 'Historias de
Navidad'.
Ralphie es un niño que, como muchos
otros, quiere para Navidad un rifle de aire comprimido. Como es
normal, su familia cree que no es el mejor regalo, ya que podría
hacerse daño. Pero Ralphie no se da por vencido, y hará todo lo
posible por conseguirlo.
La película es una maravilla. Se que
no puede ser perfecta, y que quizás no lo sea; que para algunas
personas pueda resultar ñoña, absurda, tonta, pero, ¿que más da?
Hay momentos en los que tienes que ablandarte, y simplemente
disfrutar de lo que se esta viendo, y con quien la estas viendo (yo
la vi con mi madre, y me reía solo de escucharla a ella reír). En
esta ocasión es así, y ya desde que comienza, con el titulo en la
pantalla y de fondo esa música navideña, ya te entra una alegría
que te acompaña durante toda la película. Y es que a pesar de tener
algunos momentos mas o menos durillos para nuestro protagonista, como
cuando se enfrenta a su padre por hablar como no debe, o por no
conseguir lo que quiere (llegando a sentir bastante pena por él),
hay un sentimiento de alegría y de festividad que es una maravilla.
Es muy graciosa, con muchas situaciones hilarantes y delirantes, y
con unos protagonistas que se ganan nuestro cariño desde el
principio. Y es que una película sin unos buenos personajes, como
que no es nada. Ralphie es un amor de niño, y deseas por todos los
medios que consiga todo lo que quiere.
No esperéis una película con un final
abrupto, o algo que no esperamos, porque desde que todo empieza sabes
como va a acabar, y es que queremos que sea así, al fin y al cabo es
Navidad, y cualquier cosa puede pasar en esta época del año
(incluso que te topes con los mismos ladrones dos años seguidos). La
ambientación es buena, es sencilla, pero es que no se necesita nada
más. Y sobre todo es muy cómica, no podrás parar de reírte
durante toda la película. Además, todos hemos sido niños, y todos
sabemos lo que es querer conseguir alguna cosa por encima de todo,
sin tener en cuenta si era peligroso o lo mucho que podría costarles
a nuestros padres. Es como vernos reflejados, como volver a la
infancia y vivir la Navidad como la vivíamos entonces, y es que
cuando eres niño, la ilusión es mucho mayor, es así.
Yo recomiendo mucho esta película,
siempre mejor en Navidad, por supuesto, pero es que son películas
con unos valores que valen para cualquier época del año. Os vais a
reír mucho, la vais a disfrutar, y sobre todo volveréis a ser niños
y a vivir la Navidad solo como ellos saben.
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