jueves, 3 de octubre de 2013

Armados y cabreados (God Bless America)







Título original: God Bless America
Año: 2011
Duración: 104 min.
País: EEUU
Director: Bobcat Goldthwait
Guion: Bobcat Goldthwait
Música: Matt Kollar
Reparto: Joel Murray, Tara Lynne Barr, Mackenzie Brooke Smith, Melinda Page Hamilton, Rich McDonald, Guerrin Gardner, Larry Miller, Sandra Vergara, Jamie Harris.










Frank está harto de todo ya, ve que en la sociedad americana todo esta corrompido, que el sueño americano es realmente una patraña. La gente sólo sabe mirar la televisión y sus programas basura y comentárselo entre ellos después, el materialismo lo invade todo. Casi nadie parece mostrar algo de interés por la cultura y son falsos e hipócritas. Pero encima de todo esto, a Frank le han despedido del trabajo, su hija (que vive con su exmujer) es una niñata malcriada y materialista y a él le acaban de diagnosticar un tumor cerebral incurable. Decide que la mejor idea será suicidarse y abandonarlo todo ya, pero… ¿y si antes utiliza su pistola para “limpiar” un poco américa?






Hace tiempo que vi esta película (en VO), pero en su día tenía lío con otras reseñas, y se me pasó contárosla… pero hace unos días, descubrí para mi sorpresa que había sido editada y doblada en España (¡aun no me lo creo!, aunque con el título tan horrible que le han puesto en España, casi que ni me entero…) así que no dudé en volver a verla, esta vez doblada. Porque me encantó, me pareció diferente y especial, y una revisión me iría la mar de bien para, esta vez sí, hacer una reseña en el blog.





Su sátira social es uno de los puntos fuertes. Cuando Frank, nuestro protagonista, se da cuenta de la superficialidad y la estupidez que nos ofrece la televisión, y de cómo intoxica a la gente que la ve, descubre lo podrido que está el mundo. Y no es algo que la película se invente, si encendemos nuestra televisión, veremos exactamente lo mismo. Gente que busca fama fácil como sea (cualquier estúpido reality show), asquerosidades (en la peli, una tía se saca un tampón y se lo tira a otra con la que se estaba peleando), hipocresía, la poca moral, la absoluta falta de cultura… y seguiríamos con un largo etcétera.
Realmente se nos presenta a Frank como alguien que, seamos sinceros, realiza las acciones que muchas veces nosotros hemos pensado (aunque claro, no llevaríamos a cabo). Es el único que tiene moral, aunque realmente hace cosas que no están bien, pero ni te lo planteas porque te metes en su piel, le comprendes y hasta le apoyas.
Porque, en serio, ¿No habéis querido cargaros a esa gente que no tiene ningún respeto por nadie y habla y hace el tonto en el cine?, ¿Y a esos niños malcriados que sus padres les dan todo lo que desean?, ¿Y si hablamos de los odiosos protagonistas de los reality shows, que tanto parece adorar la gente?


El contrapunto viene con la amiga de Frank. Ella está más interesada en matar por matar que en vengarse de esta sociedad enferma. Porque si eliminamos a los incultos, porque no ampliarlo para casos como: “Yo no soporto a los raperos, matémoslos”, “odio la gente que dice continuamente “tío/tía”, terminemos con ellos”... Pero Frank le para los pies, pero ni se da cuenta que ella realmente es como esos personajes de los que él se queja.
Todo, acompañado de situaciones que hemos vivido. Cuando Frank está viendo la televisión de noche, aburrido, y sin para de hacer zapping, ¿acaso no ve lo mismo que ves tú cuando lo haces también? Programas de cantar que se hacen más famosos por sus castings con frikis, donde estos son humillados para hacer reír a la gente, realitys con gente estúpida que está orgullosa de su estupidez y vulgaridad y lo proclaman a los cuatro vientos, niñatas y niñatos de papá mal criados que salen en televisión mostrando sus riquezas y los guays y populares que son, programas morbosos que muestran operaciones en directo para atraer al público… basura que atrae a muchísimas personas.





Mención especial a los actores, ambos estupendos y creíbles. El ambiente, su forma de retratar a la sociedad, también está muy bien recogido. Cuenta con estupendos diálogos, siempre con segundas intenciones, que vale mucho la pena escuchar. La discusión sobre la música (con Alice Cooper como Dios) y el cine genial, y su situación con su médico, increíble.
Y por supuesto, contiene violencia y sangre… pero es que cuando Frank y su amiga se proponen eliminar a la escoria de la humanidad, se lo plantean en serio.




 




En definitiva, es una muy buena película, que recomiendo encarecidamente que veáis. Aporta una visión crítica de la sociedad actual sin caer en ser la típica cinta moralista que se hace insoportable. “God bless America” lo hace de una manera especial, con su particular humor negro y de forma inteligente, que invita a reflexionar un poco sobre nosotros.




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